¿Debe mantenerse húmeda la superficie a desinfectar durante todo el tiempo de exposición al desinfectante? Esta pregunta, relacionada con el uso de desinfectantes en salas limpias, se repite una y otra vez.
Existe la creencia de que esto es un requisito regulatorio, a pesar de que no está indicado en ninguna reglamentación europea. Tampoco lo exige la norma UNE-EN 13697, que define los ensayos para evaluar la actividad bactericida y fungicida de antisépticos y desinfectantes.
Las normas no especifican el tiempo de humectación sino la cantidad de desinfectante que se debe aplicar a las superficies a desinfectar (100 μl).
Luego de la aplicación del producto se le debe dejar actuar durante el tiempo especificado, sin importar si la superficie se seca durante ese tiempo o si permanece húmeda. Como los tiempos de exposición se encuentran entre 5 min para bacterias y 15 min para levaduras y mohos, las superficies casi siempre permanecen húmedas durante ese breve período.
Una preocupación es el caso de salas blancas con tasas de renovación de aire elevadas. En estos casos, en la práctica el secado puede producirse significativamente más rápido que durante los ensayos de eficacia, o durante la validación a escala laboratorio.
En estos casos, la eficacia del proceso de desinfección podría verse afectada negativamente. Los datos de monitorización continuada deberían proporcionar la información necesaria para determinar si realmente hay una falta de eficacia en el proceso de desinfección.
Si esto sucediera se debe determinar el tiempo real de secado en la sala blanca, y luego, en el laboratorio, evaluar la reducción real que se produce durante ese tiempo. En las pruebas de laboratorio, luego del tiempo de secado determinado en la práctica se desactivaría el desinfectante y se probaría su eficacia. Si se determina que en realidad la reducción no es suficiente se podría estudiar el aumento de la concentración de desinfectante.
En general, sin embargo, es válida la afirmación de que un agente desinfectante mantiene su efecto sobre la célula de un microorganismo, incluso después de que el ambiente se haya secado.
También hay que tener en cuenta que la concentración de microorganismos en la prueba de laboratorio, es significativamente mayor que el recuento normal en una sala blanca. Por esta razón, incluso con una tasa de reducción más baja en escala laboratorio, en la práctica no se exceden los límites normales establecidos, y los valores de monitorización continuada suelen cumplir con los requisitos.
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