La rotación de desinfectantes es un requisito GMP desde hace mucho tiempo. El actual Anexo 1 dice que debe utilizarse más de un tipo de desinfectante, sin profundizar más. La nueva versión del Anexo 1 da algunos detalles más, y aclara que deben tener diferentes modos de acción y ser efectivos contra bacterias y hongos.
En este post hablaremos de la relación de los procesos de limpieza con la desinfección, y también de la rotación de desinfectantes.
Limpieza y desinfección
La limpieza y la desinfección son dos procesos distintos que se realizan con objetivos diferentes, y uno a continuación del otro.
La acumulación de residuos, contaminantes, partículas e incluso del agente antimicrobiano puede inhibir la eficacia de la desinfección, por lo tanto, la limpieza debe realizarse previamente, para preparar las superficies para la desinfección, reduciendo el nivel de partículas, microbios y residuos presentes.
Efectividad de la desinfección
La desinfección se hace más efectiva cuando:
- Hay pocos microorganismos a destruir porque muchos se han removido del área
- Se minimizan las obstrucciones que puedan impedir el contacto del agente químico con los microorganismos
- Se reducen los residuos que puedan interferir en la desinfección o puedan desprenderse al medio ambiente
Eficacia de la desinfección
La eficacia de la desinfección depende de varios factores
- Agente antimicrobiano
- Tipo de agente químico, concentración y pH
- Saturación y penetración en la pared celular
- Tiempo de contacto
- Temperatura
- del aire
- de las superficies
- Superficie
- Tipo y material
- Suciedad existente
- Bioburden
- Tipo y cantidad de microorganismos
Resistencia a los desinfectantes
Es frecuente oír hablar de la posibilidad de que los microorganismos desarrollen resistencia a los sanitizantes, desinfectantes o esporicidas.
Esa es una preocupación basada en la resistencia demostrada frente a los antibióticos, que se produce por una mutación o por la adquisición de un único gen capaz de bloquear el mecanismo de acción específico del antibiótico.
No hay ninguna publicación sobre resistencia detectada a los desinfectantes
Los desinfectantes tienen numerosos efectos sobre muchos aspectos de la fisiología celular bacteriana. Por lo tanto, serian necesarias muchas mutaciones en muy poco tiempo de contacto (5-10 min) de un número reducido de células presentes en el área limpia para generar resistencia.
En definitiva: Es altamente improbable la resistencia a los agentes químicos utilizados en los procesos de desinfección, dadas las condiciones ambientales y el bajo número de microorganismos presentes.
Cuando los desinfectante no alcanzan la eficacia deseada, normalmente se debe a problemas relacionados con una mala limpieza previa, o a prácticas deficientes de preparación y aplicación del agente antimicrobiano.
Rotación de desinfectantes
La práctica habitual de rotar dos agentes desinfectantes produce niveles altos de residuos y reduce la eficacia del proceso.
La práctica correcta para reducir los niveles de bioburden es rotar un desinfectante (fenoles y compuestos de amonio cuaternario), con un esporicida (hipoclorito de sodio y peróxido de hidrógeno/compuestos de ácido peracético).
La rotación de un desinfectante con un esporicida es mucho mejor que la rotación de múltiples desinfectantes. También es posible utilizar un solo esporicida que haya demostrado ser eficaz, sin rotación.
Utilizado de forma rutinaria, un esporicida puede destruir el nivel de contaminación suficiente para asegurar condiciones ambientales aceptables. Sin embargo, no se recomienda utilizar solamente un esporicida debido a su naturaleza corrosiva
Todo sistema de rotación debe evaluarse con datos de la monitorización ambiental y una valoración de riesgos
Entonces, ¿cuál sería el tiempo ideal para hacer una rotación de los artículos de limpieza? ¿se vale usar los mismos productos pero alternándolos?